Miradas perdidas

FICHA TÉCNICA

Título: Miradas perdidas

Autor: Marta Sebastián

Editorial: Autopublicado

Nº páginas: 320 págs

ISBN: 9781521571248

Género: Thriller

ARGUMENTO Y OPINIÓN

No sé si os pasa que tener a gente cerca que hablan tan bien de un libro y te entren ganas de leerlo, aunque no entren en tus planes de lecturas de ese momento. Eso mismo me pasó con la novela de la cual voy a hablar hoy y también ha estado en el Concurso Amazon. Os hablo de Miradas perdidas de Marta Sebastián.

En esta novela conocemos a Aldara, una escritora de éxito que recibe unas notas un tanto dañinas y misóginas, hasta que ya no puede más con la situación. La policía hace poco por ella y decide llevar el caso a una agencia de detectives. Casualidades del destino, allí trabaja un viejo amigo, Raúl, que está cansado de jugar a ser un Sherlock Holmes y desengañado con la vida que lleva. Para mala o buena suerte, estos se encuentran ¿se suturarán las heridas del pasado o se abrirán más? Y lo más importante ¿Quién pisa los talones de Aldara?

Esta novela me ha tenido en un rifirrafe interno de gran escala. La novela es bastante buena, pero su protagonista masculino me ha caído como una cerveza caliente en pleno agosto ¡muy mal! Con una portada realmente espectacular, Marta Sebastián nos vende un thriller romántico, en el que he de decir que hay poco suspense y mucha tensión amorosa. No es nada malo, en absoluto, pero tenía esa puntillita que yo esperaba un poco más.

Con unas notas de tal calibre “Las mujeres no deben ser iluminadas ni educadas de forma alguna. De hecho, deberían ser segregadas, ya que son causa de insidiosas e involuntarias erecciones en los santos varones” se encuentra Aldara en el trabajo, en su casa y en todos lados. La benemérita no hace ni caso (cosa que a mí me extraña particularmente) y decide contratar un equipo de detectives para ver quien hay detrás de este entramado de notas, desvalijos en casa, etc. El encargado de su caso es Raúl, una persona que conocía de antes y su relación no es muy allá.

Esta novela se divide en capítulos que alternan el pasado con el presente. En el presente vemos como Aldara sufre por estas cartitas amenazadoras y pide ayuda al detective Raúl; y las partes en pasado conocemos de donde viene esa antigua y “rara” amistad. Esta novela se centra mucho en la vida de los personajes y en los motivos de sus rencillas, pero al anunciarse como thriller esperaba más desgarre y más adicción. 

Es un thriller light donde las relaciones del pasado entre Aldara y Raúl es lo fundamental para entender lo que pasa entre bambalinas. Para fuera, establecen una relación de cliente-trabajador; pero puertas para dentro, siempre está presente esa espinita del pasado, ese resquemor. Hablar de Aldara es algo que hace que se me llene la boca de orgullo, como Marta debe hacer. Es una protagonista fiel a sus principios, que no se deja rebajar por nadie, astuta, coherente, un amor de mujer y con los pies en la tierra a pesar de ser tan famosa. Me ha gustado tanto cada movimiento que hace, meditándolo, hasta que llega el colega.

Raúl es tan tóxico que hace que rompa un poco la buena organización que Aldara tiene mentalizada. En el pasado hizo daño y no es para olvidarlo. Es cobarde por no conseguir su imposible, a mí se me ha atragantado mucho este personaje (atragantado nivel: uvas en Nochevieja). Es todo lo contrario a Aldara, alguien detestable que solo piensa con el cerebro que se pone largo y en algunos momentos se parecía al Rancio de La que se avecina. 

En esta novela conocemos muchos todos esos remiendos que el pasado nos deja y vuelven al presente, no en forma de sueños de cristal, sino en experiencias dañinas y malas. Así es el final, donde se descubre todo el pastel, pero a mí me dejó un poco en shock. Me ha gustado como Marta resuelve la historia, pero hay alguien en el final que no me convence por la poca edad que tiene (ya me callo jajaj).

Como yo he hecho en el párrafo anterior, me encanta que Marta meta cositas de sus anteriores novelas y lo hace de forma muy sutil. Es un gran punto a favor para darse a conocer más y mostrar toda la potencia que esta gallega tiene. También hila muy bien los finales de capítulo con los títulos del siguiente, es un recurso que se hacía en la antigua literatura y Marta lo intenta recuperar. Como punto negativo, sería la extensión de los capítulos. Demasiado largos para un servidor y aunque la historia se lee en nada, los lectores debemos hacer nuestras necesidades básicas.

La forma de escribir de Marta es preciosa y narra con entereza, sin dejar nada a medias tintas, todo lo que les pasa por la cabeza a nuestros protagonistas. Una pluma que es ideal para contar historias que no son románticas en plenitud, creo que Marta serviría para todo palo literario, debido a que metiendo esos tintes de color rosa (o negro, según se mire) hace muy buenas historias.

Para concluir, Miradas perdidas es una historia donde no hay Romeos ni hay Julietas. Hay personajes reales en los que algunos son bendiciones divinas y otros son perros que ni comen ni dejan comer. Un thriller ligero donde el amor y las rencillas del pasado son más importantes, todo aderezado con una pluma que repetiré de lo buena que es.

VALORACIÓN

3,5/5