¡Feliz fin de semana! El miércoles no pude dejar entrada de la sección. Por ello, hoy os traigo dos entradas de la sección que está marcando un boom para dar a conocer a los autores candidatos del premio Indie. Hay escritos de todos los géneros, de distintos números de páginas; en definitiva, para todos los gustos y públicos. Los seis primeros que doy a conocer son:
Es una novela divertida, tierna, emotiva y de alta tensión. Se lee rápido y al mismo tiempo hace que las horas vuelen.
Mi libro que participa en el concurso del Premio Literario de Amazon empieza en Roswell, Nuevo México, verano de 2018. Todo está listo para el Festival del OVNI de este año. Hace ya más de medio siglo, el supuesto choque de una nave extraterrestre en una granja cercana convirtió a esta población en una referencia para los amantes del misterio de todo el mundo. Nacido y criado a la sombra del incidente, Israel, un muchacho hispano de 18 años, comparte con su hermana Adriana, el pequeño Currito y un par de amigos su fascinación por todo lo que venga del espacio exterior. Juntos se hacen llamar la Pandilla UFO, y están a punto de hacer el descubrimiento del siglo. Algo tan extraordinario que todos quieren poseerlo. Tendrán que enfrentarse a misterios, traiciones e incluso al poderoso ejército de los EE. UU. ¿Sospecharán los miles de personas que acuden a la celebración lo cerca que están de la verdad que hay tras los platillos volantes? Es una obra que he escrito para mi sobrina de 11 años, una aventura de ciencia ficción con el sabor de aquellas películas que fascinaban al público de los ochenta. Sin dejar de lado mi estilo personal de mis novelas anteriores como Detrás de mi música y Mañana es Halloween (más de 100000 descargas y número 1 de Terror Juvenil en Amazon) y su secuela, Hoy es Halloween, en La Pandilla UFO propongo algo diferente: brindar una historia capaz de entretener a grandes y pequeños por igual, para que padres e hijos puedan participar juntos de la experiencia.
En mi opinión, su punto fuerte es que, sin duda, va a resultar muy sugestivo para los amantes de la acción y las aventuras. Desde mi punto de vista de autor, lo más importante es que trata con rigor y amenidad una parte de la historia de España tan extraordinaria como poco conocida: el enfrentamiento entre los celtiberos y Roma dos siglos antes de nuestra Era.
Es una novela de romántica contemporánea con alguna que otra escena erótica que se compone de 218 páginas divididas en prólogo, 31 capítulos y epílogo. Está narrada en primera persona y empieza y acaba de una manera bastante graciosa. A medida que avanza la historia, quieres saber qué pasará. Su protagonista Mónika, es una chica actual con mucho carácter, pero también con sentido del humor que no cree en el amor a primera vista. Alan, el protagonista masculino en el primer momento parece una cosa, sin embargo a lo largo de la novela va calando y se acaba conectando con él queriendo más. Según me han dicho las personas que los han conocido, gustan mucho y además, han notado mi evolución como autora. Han llegado a decirme que esta es la mejor novela de las tres. La amistad tiene mucha importancia y eso a los lectores les está gustando. Es una lectura bastante ligera y rápida con algún que otro giro en su trama y que no cuenta con demasiadas descripciones, pero sí con muchos diálogos repartidos en correos, mensajes de WhatsApp y conversaciones cara a cara. En resumen, si queréis pasar un par de horas sumergidos en la lectura de una historia de amor cargada de sentimientos, en la que sus protagonistas tienen sus idas y venidas, tenéis que leer esta novela que no solo se queda en una portada bonita, la que por cierto está encantando.
El Pacto de Vladyan es una novela que engloba fantasía y ciencia-ficción. Quizás haya elementos algo más tópicos, como una guerra apocalíptica, pero al mismo tiempo, creo que inserta muchos elementos novedosos. El peso de la trama recae sobre unos personajes jóvenes en una situación de adultos, por lo que pueden leerlo personas de distinta edad. En un determinado momento, la novela da un llamativo giro que, de pronto, parece arrastrar al lector a otro mundo dentro de aquel mundo. Además, creo que tiene una buena dosis de ingredientes: fantasía, valores humanos, diversidad en los personajes, aventura, intriga y un romance poco usual. Tampoco, probablemente, exhiba el típico final. Un final que, además, es un guiño a todos.
En “Tras la piel ajena” construí una trama sirviéndome de los testimonios reales de presos políticos de la última etapa franquista. Personas que fueron humilladas, perseguidas y torturadas en Madrid de 1969 a 1977 —yo elegí Madrid porque soy madrileña, pero hubo torturadores y violadores de los Derechos Humanos por todo el mapa español—. Se trataba en su mayoría de niños de 19 años, 20, 21, estudiantes universitarios que exigían el final de un régimen dictatorial cruel e implacable con los derechos fundamentales de los seres humanos. Hoy se habla mucho de “Memoria Histórica”, y me alegro, ojalá pasemos pronto a superar con los hechos, las charlas, pero muchos españoles ignoran que el resguardo de la memoria no es solo desenterrar muertos de las cunetas, que junto a nosotros, aún vivos, contamos con supervivientes de la lucha social de entonces, porque solo han pasado cuarenta y pico años, y hoy esos supervivientes dependen de un proceso judicial abierto en Buenos Aires, la Querella Argentina, que desde 2010 y en forma de goteo, va ganando denuncias individuales de ciudadanos que se atreven a hablar, a escarbar en sus terribles recuerdos y a pedir apoyo para que los torturadores no caminen libres e intocables por nuestras calles y que exista una justicia que les devuelva la condición de ser humano que entonces les robaron monstruos de corazón deforme, con nombre y apellidos. Soy escritora de novela negra, y como tal, planteo una trama sorpresiva que es posible gracias al personaje de Nica, una niña autista que además de servir de puente entre el torturador y sus supervivientes, nos mostrará la crudeza de una lucha que también es desconocida para muchos, el día a día de los familiares y afectados de lo que hoy se conoce como Trastorno del Espectro Autista (TEA), en unos años ochenta de una España al rebufo de cualquier tipo de avance de la naturaleza que fuera. Digo de ella que es una novela de Derechos Humanos, que habla de su respeto y de su vulneración y que la escribieron personas, voces dolientes. Yo solo le di forma.
¿Conocíais estos ejemplares? A la tarde conocemos otra media docena
No hay comentarios:
Publicar un comentario