La leyenda del cantero de Salamanca

FICHA TÉCNICA

Título: La leyenda del cantero de Salamanca

Autor: Alberto Blanco Rubio

Editorial: Desván

Nº Páginas: 40

Encuadernación: Tapa blanda

ISBN: --

Género: Relatos

ARGUMENTO Y OPINIÓN

Por primera vez me han ofrecido ser lector cero de un libro, en este caso Desván editorial me ha propuesto La leyenda del cantero de Salamanca escrito por Alberto Blanco Rubio e ilustrado por Andrea Acedo Bueno, que salió ayer a la venta. 

El libro nos cuenta una leyenda sobre la construcción de la catedral de Salamanca. En el siglo XVI, Esteban, un joven cantero debe esconder su auténtica religión (el judaísmo) para no perder su trabajo en la preciada obra del monumento. Además, su maestro Mateo quiere que el chico contraiga matrimonio con su hija. A Esteban esa chica no le gusta, pero queda prendado cuando entra a escena Leonor, la hija del corregidor. ¿Podrá un hombre de poca “valía” enamorarse de una muchacha de alto linaje? 

El libro es tan breve que me picó mucho la curiosidad y al no tener lectura planeada, me ha venido de perilla. Puedo decir que la novela histórica, las leyendas y la mitología no son para nada mi fuerte, pero algunas veces gusta desconectar de lo de siempre y leer algo así. Me ha gustado mucho, no me lo esperaba la verdad. Mis expectativas eran bastantes bajas, por lo referente a lo anterior, y me ha sorprendido gratamente. La historia está muy bien labrada, es bonito que todo esto quede reflejado en el papel porque es gratificante, que todas las historias que nuestros abuelos nos contaban, las sepan nuestras generaciones venideras. Leyendas como la de la rana de Salamanca, las del Albaicín de Granada u otras ciudades son bastantes entretenidas. Esta, en concreto, no sé si es mera ficción del autor o es que se la han contado, a mí me ha parecido muy creíble. 

Las ilustraciones que acompañan a la historia son preciosas y hacen engrandecer la novela. Puede que lo que menos me ha gustado haya sido el mezclar en algunos párrafos la leyenda y la actualidad. Me ha costado leer eso porque mi mente estaba ambientada en el siglo XVII, y con ese comentario, de golpe porrazo, vuelvo al siglo XXI. Puede que a mí, al no conocer la ciudad no me choque tanto, pero a un salmantino, seguro se pone a pensar y se pregunta ¿Y dónde queda eso…? Un ejemplo sería: 

“La vivienda se hallaba en la calle Estrecha, la actual calle Bordadores, a varios minutos de la Catedral” 

El estilo del autor es muy sencillo, como si te estuvieran contando una historia. Puede que los lectores que no tengan unas nociones de arte y arquitectura algunas palabras desconozcan; aunque el autor no se va por los cerros de Úbeda. Es claro y conciso. 

En definitiva, algo diferente, bastante curioso y me ha gustado la experiencia de leerlo antes que nadie.

VALORACIÓN

4/5