Recopilando... #61

¡Buenas tardes! 

Os cuento mis impresiones de Come chocolate y no discutas con idiotas de Jessica Gómez, Así pasen los años de Evangeline Cruz y Seamos una familia de Roser A. Ochoa

  

FICHA TÉCNICA 

Título: Come chocolate y no discutas con idiotas

Autor: Jessica Gómez

Editorial: MR

Nº páginas: 208 págs 

ISBN: 9788427046115

Género: Humor

ARGUMENTO Y OPINIÓN

Leer a Jessica Gómez debería ser un principio constitucional, ya que garantiza, a partes iguales, humor y reflexión. Es mi segunda vez con ella y se ha convertido en una de esas autoras obligatorias a seguir cada paso que da, ya que me da años de vida por las carcajadas que me provoca.

Come chocolate y no discutas con idiota nos ofrece 52 tips para contar con paz mental, algo que nos hace mucha falta en los tiempos que corren.

Este libro, a simple vista, parece un manual de autoayuda y confieso que en cierta manera lo es, pero no es a lo que se está acostumbrado. Aquí no hay personas vitamina, ni hábitos atómicos, ni fábulas con coches de por medio, aquí hay realidad pura y dura.

De una manera gamberra y muy directa, la autora nos da consejos para conseguir mejorar nuestra autoestima, aprender a decir no, etc. Lo hace mediante ejemplos muy cotidianos y emplea apelativos/nombres para hacer del libro más cercano.

Todos los consejos los sabemos, son esas pequeñas verdades universales que a veces olvidamos por el ajetreo del día a día y no está mal que Gómez nos las recuerde. La verdad es que ha sido una lectura que me llegó en el momento justo, cuando necesitaba algo ligero y sanativo.

Sí es cierto que algunos tips aparecen varias veces en diferentes capítulos, pero la forma en que lo hace no interrumpe el ritmo del libro; es como un refuerzo a que nos metamos esa idea en la cabeza y la apliquemos.

Mi recomendación es leerlo poco a poco, como se disfruta una buena tableta de chocolate, onza a onza. Te ensanchará la sonrisa segura y es inevitable no soltar alguna carcajada.

Jessica Gómez es una autora extrachula que recomiendo porque tiene un estilo único, dicharachero y desenfadado. Un buen regalo para ti o para cualquier persona que sepas que necesita ese empujoncito para salir adelante.

VALORACIÓN 

4/5 

FICHA TÉCNICA

Título: Así pasen los años

Autor: Evangeline Cruz

Editorial: Kiwi

Nº páginas: 255 págs

ISBN: B0CXJZNR9Y

Género: Romántica histórica

ARGUMENTO Y OPINIÓN

¡Qué bonito romance! Así pasen los años me ha encandilado desde el principio, y gran parte del mérito lo tiene su protagonista, Julia Ashford, un personaje tremendamente carismático que te conquista página a página. Nunca había leído nada de Evangeline Cruz, pero su forma envolvente de escribir consigue que te sumerjas por completo en el romance y la vida de Julia.

La historia está ambientada en la Inglaterra del siglo XIX, y seguimos el recorrido vital de Julia a lo largo de los años, marcados por un sinfín de vaivenes emocionales. Su infancia da un giro cuando sus padres deciden enviarla a vivir con sus tíos, los barones Montrose, en busca de una mejor educación y la disciplina propia de una señorita.

Este cambio no será fácil, pues tendrá que acostumbrarse a los estrictos formalismos y codearse con lo más granado de la sociedad de Reading, como Scott, el vizconde de Roxbourgh.

Fiel a su carácter inconformista, Julia decide forjar su propio destino: estudia para convertirse en institutriz y acaba fundando una escuela en el distrito más conflictivo de Londres, una decisión valiente que no estará exenta de complicaciones.

El romance, marcado por el cliché "amigos de la infancia", está muy bien llevado. Julia y Scott comparten una conexión desde pequeños, pero hay circunstancias que les impiden estar juntos, como el abolengo. Ambos sienten lo mismo, pero siempre hay algo que parece interponerse entre ellos. A lo largo de la historia, este amor casi imposible se desarrolla con momentos furtivos, secretos y confesiones muy atrayentes.

Aunque no es una novela que cuente con una trama super original y algunos giros sean predecibles, se disfruta muchísimo. Lo que más destaco es la química entre los protagonistas, la buena ambientación y lo interesantes que son muchos de los temas que se abordan. Además, los capítulos son cortos y adictivos, lo que hace que la lectura sea muy ágil.

Los personajes secundarios también tienen mucho encanto. Me encantaría leer más sobre algunos de ellos si la autora decidiera darles su propia historia.

Me quedo con muchas ganas de seguir leyendo a Evangeline, ha sido un buen descubrimiento.

VALORACIÓN

4'25/5

FICHA TÉCNICA

Título: Seamos una familia

Autor: Roser A. Ochoa

Editorial: Harlequin

Nº páginas: 271 págs

ISBN: B08T9Z9VVZ

Género: Romántica

ARGUMENTO Y OPINIÓN

Cada vez tengo más claro que Roser A. Ochoa es una escritora que debo leer más. Su estilo es cuidado, envolvente y, sobre todo, adictivo. Seamos una familia me ha pellizcado el alma desde el primer capítulo, ya que parte de una situación dura.

Eric es un joven casi veinteañero que se ve obligado a cuidar a su sobrino Lucas, de 4 años, que ha quedado sumido en un mutismo tras la muerte de su madre, Sara. Decidido a obtener la patria potestad del niño, Eric sigue el consejo de su abogado: contactar con el padre biológico de Lucas, un hombre al que ni siquiera pone cara.

Así llega al restaurante Katsaros, donde uno de los gerentes es Jonah, de 27 años. Eric le expone el tema y le pide que dé el visto bueno al documento que regula la situación del pequeño. Jonah desconoce por completo que tenía descendencia, Sara no le había dicho nada. Algo dentro de él le dice que debe conocer a ese pequeño y decide no firmar el papel.

A partir de ahí, Eric y Jonah comienzan a conocerse, a pasar mucho tiempo juntos por Lucas… y poco a poco la relación entre ellos se va estrechando. La tensión está servida, y aunque ambos desean dar el paso, especialmente Jonah, la prioridad es clara: Lucas. Hay que pensar con el corazón, sí, pero también con la cabeza.

Estamos ante un slow burn en toda regla, tierno, emocional y muy bien llevado. El shock de Lucas te encoge y el papel de Eric, ese “niño grande” que lo da todo por su sobrino, es entrañable. He de confesar que en más de una ocasión he gritado al libro porque necesitaba que se liasen de una vez…

Los personajes secundarios dan juego, aunque eché de menos un poco más de intervención. Especialmente, me faltó una conversación más completa con Laura para concretar el mundo interior de Sara. Es el cabo suelto más notable, aunque hay algún otro detalle que, de haberse cerrado, habría hecho que esta historia fuera perfecta al cien por cien.

Una especie de Papá por sorpresa LGTB+ con mucho corazón y ternura.

VALORACIÓN

4/5